A Helen Fragua, compañera de sueños

Aún perdura en mi recuerdo
la magia tumultuosa
de aquellas madrugadas,
donde el alcohol y la música
henchía mis pulmones
de ansiosas aventuras
frenéticas.

Reverbera en mis oídos aún
el eco de voces roncas,
que aspiraban primaveras
de decepciones incurables,
ante la ardua espera
de cumplir sueños gloriosos
forjados de mil quimeras.

Hoy la vida me devuelve
de aquellos días nerviosos,
imparables, inagotables…,
el sabor rojo de un beso,
la aspiración, el deseo
de mil sueños incumplidos
que ya no me regalará el tiempo.

En este mi hoy cotidiano
que rememora mi ayer,
siguiendo las pulsaciones
de un ordenador oxidado,
aún quedan muchas trazas
de lo que fui cuando
la monotonía aún no era gris,
ni el silencio un duelo rojo.

Este yo que vive y piensa
en constante evolución,
este yo, fruto de aquello
confiesa que su ambición
por conseguir sueños plenos
sigue aún con decisión
forjando mil planes nuevos.

7 respuestas a “El mundo en una copa”

  1. Genial como siempre Cristina. Me transmites todo.

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  2. Avatar de Ana Isabel Bajo Polo
    Ana Isabel Bajo Polo

    Leyendo tu poesía impregno de reflexión mis días. Eres capaz de fijarte en lo más nimio para hacerlo importante. Gracias por ayudarnos, a los que somos más pragmáticos, a nadar en tus versos. Eso nos reconforta.

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  3. Que afortunada que soy de poder conocerte,leerte y tener tu amistad… Un besazo enorme y no dejes de crear 🙂

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  4. Emocionada por ti, por Helen, por mí, por la juventud pasada… ¡Evohe!

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    1. Ains cuanta vida en una copa de cerveza

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