En la lujuria del hoy
avanzamos sin futuro.
El presente, lo concreto,
ciega en blanquinegro los días
de la cotidiana espera
en la que forjamos
la falacia de lo que creemos ser.
Un tiempo, concebido en absolutos,
imprime el ritmo a nuestra ignorancia
que confía
en evoluciones prósperas
ajenas a la realidad vital que nos define.
El tiempo nos da la esperanza
y nos aferramos a creer
que habrá un mañana.
Mientras llega la utopía
sumamos soliloquios
manipulados por el sopor
de nuestro envalentonado ego;
fotografiamos soledades,
compartidas con sonrisas,
y nos ocultamos del silencio.
Siglo XXI endulzado
en la magia silente
de lo binario.
Volvamos al pensamiento,
a la reflexión pausada,
a la conversación fluida,
a la suma de ser distintos.
Volvamos a la palabra.
Recordemos que este mundo
solo crece al pensar,
entre iguales, en voz alta.
Me ha llamado muchísimo la atención el verso que dice «la falacia de lo que creemos ser». Sin dudas, no hay mayor arte que conocerse a uno mismo. Y más en estos tiempos que corren, que pareciera que queremos vivir las vidas de otros. Me ha gustado mucho. Un saludo.
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Muchas gracias, es cierto nos importa más lo que aparentamos que lo que somos
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Me gusta, pensando en voz alta…
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😊😘
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👏👏👏👏
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sólo crecemos al pensar
cierto es.
me gustó muchísimo.
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Mil Gracias
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