La tarde era normal
Insoportablemente cálida
Pero normal
Insoportablemente monótona
Pero normal
Salí del curro como siempre
Últimamente los días van y vienen
Vienen y van
Van y vienen
Sin mucha importancia
O quizás con la importancia absoluta
De cuando se rompen las cosas
Al llegar a casa
Encendí un cigarro
Con el gesto mecánico
Del descanso del guerrero
Poco a poco se me instaló un vacío
Un hueco inmenso y profundo
Que subía de los intestinos
A aposentarse en mi cerebro
Tuve vértigo
Ansiedad
Vértigo
Vagaba por la casa
Sin saber bien a que aferrarme
El vértigo persistía
Me llamó un amigo
Diez años de relación y su chica
Le pide el divorcio y se queda
Con la casa
y con los chicos
Fue ella quien le puso los cuernos
Pero el que anda de pensiones es él
Más vértigo
A mi no me pasan cosas como esas
Yo sólo quiero a quien no me quiere
Y así es la vida
Un trabajo de mierda
Y un sueldo horrible
Y donde estarán los amigos
El que llamó después fue mi padre
Recuperarse del infarto cuesta
Y dice que sólo quiere morirse
Apenas lograba respirar
El vértigo seguía
Que difícil es irse muriendo de a poquito
Ni en eso la vida actúa con justicia
Encendí la tele buscando estabilidad
Las imágenes se sucedían en calidoscopio macabro
Aquí tampoco encontré calma
Antes de irme a la cama
Me puse el termómetro
37,3
Sólo era destemplanza
Destemplanza
Un gelocatil
Y mañana será otro día
… O quizás el fiel reflejo de éste
Siempre me quedo sin palabras tras leer tus poemas, Cris, visualizando la escena, meditando…
Muy bueno!
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Gracias 🙂
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