Hubo quien inventó una vida
por nosotros
cuando tan solo éramos niños.
Apenas balbuceábamos palabras
y ya nos imponían valores
que nos permitirían una vida feliz.
Pero la vida es otra cosa,
lo comprendes cuando el acné arrecia
y surgen los primeros imprevistos,
el guión prescrito
no era el óptimo para una vida
donde lejos del orden
reina el caos:
¿Cómo vivir entonces esta deriva,
Cuando ni el movimiento básico
responde a las expectativas?
La herencia fecunda en horas grises
provoca el llanto
y la ansiedad nos obliga a pintar
otro porvenir.
Compañero, llegó el momento ya de reafirmar
que el mundo es otra cosa
y que la algarabía prevista
ha dado paso a renacernos vírgenes.
Acompáñame pues y teñiremos de verde
las paredes de la roca
que estrangula el recuerdo
de lo que nunca fuimos,
ni seremos.

abril 22, PM at 2:03 pm
Creo que cualquier padre/madre,sueña con la vida que tendran sus hij@s o que seran de adultos,su trabajo,a quién se pareceran cuando crezcan… Y luego casi todas las quinielas salen fallidas…Eso al fin y al cabo es la vida… Gracias por la foto 🙂
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abril 22, PM at 7:04 pm
Wow, cómo consigues expresar sentimientos comunes, Cris!
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abril 22, PM at 7:55 pm
Gracias chicas
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abril 23, AM at 10:21 am
Seguro que lo preestablecido tampoco era lo optimo.
Déjame pintar de verde contigo.
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abril 23, PM at 12:47 pm
Cuento con ello
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abril 24, PM at 4:05 pm
Cuando maduramos comprendemos que nada es como pensábamos pero tener a nuestro lado personas con las que sublimar la nueva realidad es un canto a la felicidad.
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