Paso

Su sonrisa, titubeaba
en una expresión por todos conocida.
Dudaba entre ser y no ser,
mientras en sus ojos el llanto antiguo
había dejado una sombra húmeda
que aún recorría translucida
sus mejillas.
Pese a todo, pensaba que mi gesto de amor
sólo era reconfortante, pero no aliviaba el miedo,
ni la angustia, ni la amplitud del vacío
renacido en tantas derrotas.
Debía enfrentarse de nuevo a sus viejas ansiedades
y la indecisión,
que por momentos se tornaba rebeldía,
provocaba que sus pies se aferraran al suelo
incapaces del impulso final.
Había llegado el momento.
Ahora contaba con apoyo
y volver a andar el camino trasnochado
que le conducía a sí mismo
era ya una obligación ética.
Agarró mi mano con fuerza,
miró al universo entero
con su visión cansada de batallas
y, por fin, atravesó la puerta del hospital.

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. ana bajp dice:

    Tus palabras reconfortan. Expresar con tanta belleza tener que enfrentarse con la dura realidad es sólo ppsible gracias a ese amigo que te tiende la mano.

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  2. desluzia dice:

    Te acabo de nominar para un premio. Gracias por tus letras http://deslizia.wordpress.com/2014/04/25/gracias/

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    1. crisbapoesia dice:

      Muchas gracias 🙂

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