Ay amor en el anhelo de las miradas tuyas
recreo mis ensueños de artista irreverente,
discrepo con un verso escéptico y viciado,
y expongo mi poesía en rimas emergentes.
Ay amor que al oírte pronunciar mi nombre
me excomulgo yo sola esperando tus abrazos
y el viento va y viene confundido entre amantes
mientras construyo mis sueños idealizando tus manos.
Ay amor que en este instante escucho tu reclamo
y me entrego enviciada al ansia de tenerte
y te beso y te quiero y con lujuria te abrazo,
mientras soy poema impropio en tu irreflexiva mente.
Ay amor que te quiero como nadie ha querido,
o como todos aquellos que vivieron los astros
de un destino esquivo que a veces se hace día
y nos ofrece en silencio el valor de tocarnos.
Ay amor que eres todo lo que sin duda ya es mío,
ay amor que te quiero, ay amor que te amo.