Deberías echarme de menos,
añorar mis manos
como yo extraño tu sonrisa,
remover el café
recordando nuestro aroma,
vagar por las calles duras
recordando mil encuentros.
Deberías no olvidarme,
amanecer al alba
dibujando mi mirada,
enrabietarte de celos
al no tener mis besos,
ensordecer el universo
recordando mis palabras.
Deberías anhelarme
porque ayer, algunos días,
no necesitamos un mañana
para sentirnos felices.
Porque nos hicimos juntos,
porque sumamos quimeras,
porque nos sentimos uno
al margen de la nostalgia.
Deberías echarme de menos,
yo camino en la demencia
de sentirme fugaz y sola
y sólo puedo sentir
que aún, sin saber porqué,
te quiero.