
La cadencia de la vida se ha transformado,
ya no hay un ritmo frenético,
ya no hay nada imprescindible…
el tiempo evoluciona desde el reposo
y en días como hoy monótonos, lluviosos,
parece inconcebible recordar quien fui.
El vivir pausado sustituye aquella frenética actividad,
aquellos tiempos de locura en donde todo era importante,
ahora toca seguir buscándome,
saber quién soy yo pese a todo,
desdibujarme para reinventarme nueva
en otra realidad, en otro universo.
El tic tac del reloj dibuja otro sonido muy distinto al de antaño
y la vida pasa condenándome a nuevas limitaciones.
Soy la misma de ayer pero voy aprendido tanto
que el firmamento se ha expandido ante mis ojos
mientras sucumbo inexorablemente al llanto.
Me busco y me desintegro en igual medida,
quizás ya me pasaba ayer,
pero la certeza de hoy es tan tangible
que mi reconstrucción ahora ya
no aspira a finales estimulantes.
Me estoy desapareciendo
y el sonido de la lluvia
sólo es un eco sordo de mi fugaz y eterna
destrucción.
Absolutamente fantástico y redondo. Refleja a la perfección una cadena de sentimientos y emociones difícil de romper y que provienen del fondo del alma. Me encanta, a pesar de que entiendo totalmente el sufrimiento que expresa. Un abrazo fuerte.
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Por fin tu talento y sensibilidad se ven plasmadas en la red,para poder llegar a todos lo rincones del mundo.. En buena hora mi estimada amiga,adelante.. Un fuerte abrazo 🙂
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